domingo, 10 de octubre de 2010

Ser leído por el lector apropiado


Veo oportuno hacerle un poco de promoción a mi propio libro. No hay nada que me cueste más que el autobombo, pero tal vez haya alguien, como digo en el prólogo, que esté buscando las mismas palabras que yo, a quien el libro le venga bien.

La versión de este año de mi materia Metodología de Análisis y de Interpretación se articula bastante en torno de los casos analizados en el último libro, y que constituyen la base empírica de un modelo de análisis que propongo. Por eso les he obsequiado un ejemplar a cada uno de los alumnos de las maestrías en Gestión de la Comunicación en las Organizaciones y en Gestión de Contenidos (de la Universidad Austral) que han escogido mi materia, que es optativa.

En el número del viernes 1 de octubre de la rediviva ADN Cultura se publica una (breve) reseña de mi último libro, que es la que sigue (por si alguien no la leyó en su momento, je):

"El libro avanza en dos direcciones: por un lado examina en profundidad casos mediáticos que causaron conmoción a través de ejemplos concretos -como los sobornos en el Senado de la Nación o las protestas sociales de diciembre de 2001- y, simultáneamente, aporta una sólida definición, una tipología y una descripción de su estructura que nutren el análisis y esclarecen la reacción de las audiencias. Como bien adelanta Damián Fernández Pedemonte en el prólogo, más allá de los hallazgos que la investigación sistematiza, 'hay algo inefable en las experiencias que este ensayo recoge' ya que, justamente, 'lo que le aportan los relatos periodísticos conmocionantes a los lectores es la intromisión de lo extraño en el sentido común.' De lectura amable, el libro vuelve a poner en escena un eje fundamental: la función personal del relato. Por Carolina Menéndez Trucco.

Me he enterado que el libro se ha referenciado en algunas carreras de comunicación del país, a través de tesistas y becarios que me consultan. Al azar de Google, advierto además que el libro está empezando a rebotar de aquí para allá en la red: recomendado en el imprescindible blog de Adriana Amado: catedraa, en el de Carolina Perin, en el escaparate de la revista española de tecnologías y comunicación Telos, número 84, y, obviamente en Post, el blog de los graduados de FC. También en las librerías virtuales, incluyendo Mercado Libre: ¡que se le va a hacer! Recuerdo la impresión que me causó encontrar por primera vez un libro mío en una mesa de saldos de la calle Corriente: ahora ya me acostumbré.

Estoy aún muy lejos de cumplir con los numerosos tips para que se mueva mi libro que me enviara en su momento mi cuñado, Ricardo Palmieri, redactor publicitario y autor de un best seller: En pocas palabras. Aunque uno de los consejos que me dio, él no lo vive. Me dijo que empezara un blog del libro. ¡Con lo que me cuesta escribir apenas este post sobre el libro voy a armar un blog! El no cumple con eso, creo, porque si se busca "En pocas palabras" en Internet aparece en primer lugar el sitio de una iglesia protestante de Paraguay.

No sé si quiero vender muchos libros, mal que le pese a mi editora. Más bien me gustaría que lo leyeran algunas personas cuya lectura valoro, y casi diría que completa el libro. Que le sirva para hacerse alguna nueva pregunta a un grupo escogido de periodistas, funcionarios y políticos profesionales, profesores y alumnos de comunicación, etc. Eso ya estaría bien para mi. Estaría muy bien.

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