Penúltima arremetida contra los medios

Estamos asistiendo a la penúltima embestida del kirchnerismo contra los medios de comunicación. Al perder las elecciones crece la idea kirchnerista de responsabilizar a los medios de la impopularidad por la que se desliza irremediablemente. La oposición y casi la totalidad de los medios advierten detrás de la ley intenciones de control de la disidencia mucho más que un incremento de pluralidad. Algo de ello recopila este video de La Nación. Aunque se dirá lo contrario, la gente no fue consultada en el proceso de elaboración de la ley, ni tiene el Poder Ejecutivo intenciones de realizar una audiencia pública. Además, el marco teórico, atrasado y autoritario en el que se inspira la ley, supone que un mayor control de la información del Estado (léase: el Gobierno) permitiría recuperar el predicamento perdido y volver a ganar elecciones, no parece ser otro el espíritu del legislador. La investigación científica ya ha demostrado hasta el cansancio que la gente es crítica (tanto respecto de Clarín como de Canal 7) y las nuevas tecnologías acercan la recepción (y la producción) de mensajes, divergentes . Los medios ya contestan la embestida. Una nota de Susana Reinoso en La Nación y otro, menos ecuánime, de Perfil, anticipan algunas de las consecuencias que podría tener la ley en el sistema de medios. La presidenta, en el anuncio del envío del proyecto al Congreso, puso en cuestión, justamente, el concepto mismo de libertad de expresión, como se puede leer en el blog de Perfil con los discursos persidenciales. Qué se yo. Yo hubiese preferido que un proyecto de ley sobre medios se hubiese presentado como un instrumento para garantizar más libertad y no para redefinirla desde el poder.