domingo, 26 de octubre de 2008

Jóvenes y tecnologías. Educación y amistad.

En el mes de septiembre se han publicado dos entrevistas sobre tecnologías, que me hicieran sendos medios. En la que publica la revista de la Fundación Evolución de Mar del Plata sugiero algunas formas de estrechar la relación cotidiana de los chicos con las tecnologías con la enseñanza. Cito un parte en donde sostengo que el colegio puede:

Recuperar ciertos hábitos de comunicación muy intensos de los chicos: el empleo del mail, del chat, del sms, de las redes sociales, de “Wikipedia”, etc., no en términos de mala práctica (lingüística, cultural, social…) si no de diferencia de registros, de pautas de comportamiento, etc., (...) Para poner un ejemplo más claro. Los jóvenes hacen uso, en el chat o el sms, de un “dialecto” que no tiene por qué ser contrario a la lengua estándar, en la medida en que la jerga nueva no les haga olvidar la norma. (Cosa que no tiene por qué suceder. En realidad ese tipo de “géneros” no han hecho sino incrementar las prácticas de escritura).

Crear en toda la situación de enseñanza (clase, pero también actividades prácticas, consultas al profesor, evaluaciones…) un entorno en donde aparezcan las tecnologías que resultan tan familiares a los alumnos, de manera que la escuela no sea –nuevamente- un ámbito que nada tiene que ver con el mundo de la vida de ellos. Así, por ejemplo, la existencia del sitio o el blog de la cátedra en donde los alumnos puedan hacerse con el material de estudio, las consignas que pueden ser resueltas desde la computadora en el hogar, o la posibilidad de entregar trabajos prácticos en un sitio o en un blog.
La otra entrevista apareció en el contexto de una nota hecha por María Müllen para la revista Tigris sobre redes sociales. Ahí señalo cinco ambigüedades de las redes sociales, que ahora sintetizo:

1) Ruptura. “En su afán de conectar a todos con todos, el Facebook es capaz de atravesar las barreras entre los círculos de intimidad, todos pasan a la misma categoría de amigos. Cuando uno está en una organización o en una empresa, debe manejar bien el tema de los grupos y espacios distintos. Así como a un profesor le incomoda tener a un sobrino como alumno y cumplir dos roles al mismo tiempo, lo mismo sucede en una empresa. El Facebook nivela a todos por igual y cuando uno no discrimina públicos, hay confusiones”.

2) Temeridad. “Yo creo que estos medios traen sus riesgos. Se cree que porque son tecnologías, y por el hecho de que uno está en su habitación, vinculándose con su computadora, los peligros no existen. Sí existen y son iguales o mayores que los que uno corre con desconocidos en la calle. Nadie iría a la calle Florida a repartir fotos suyas con el número de teléfono detrás. Sin embargo, eso es lo que uno hace cuando no sabe bien a quién está dando acceso a su perfil en Facebook o lo que fuere. Se baja la barrera del sentido de la protección, hay una temeridad, sobre todo en los chicos, que no hay en la calle”.

3) Sociabilidad Light. “Nadie puede ser amigo de 500 personas. Eso no existe. Si ser amigo consiste en saber qué música le gusta al otro o ver sus fotos del fin de semana, el concepto de amistad está cambiando. El tiempo que antes uno invertía en los cuatro o cinco amigos –con los que uno estaba todo el tiempo, conocía los tics y hasta podían aburrirse juntos–, puede que hoy se lo esté invirtiendo en conectarse con muchos más, con los que uno tiene que cumplir. Eso no tiene nada que ver con la amistad. En este sentido, el Facebook va en favor de tener contactos, pero va en detrimento del tiempo que uno dedica a la amistad y de la calidad de esos contactos”.

4) ¿Pérdida de intimidad? “En estos sitios uno publica la apariencia –esos aspectos de la personalidad que uno quiere que los demás conozcan–, hay una especie de exhibicionismo, que no está tan vinculado con la intimidad. En estos sitios no se publican confidencias. Yo creo que el descubrir mejor la identidad del otro y la propia sólo se puede dar en la confianza y en el contacto personal. La personalidad está hecha de capas, como la cebolla. La más superficial es la apariencia y la más interna es la intimidad”.

5) Corte generacional. “Cuando los jóvenes comienzan a usar un sitio como Facebook, no hay manera de que los padres o mayores puedan supervisar u opinar. Ni siquiera se imaginan qué es y entonces difícilmente puedan llevar algún tipo de sugerencia a ese ámbito”.
Las notas completas se pueden leer en Revista de la Fundación Evolución y en Tigris.

2 comentarios:

  1. Damián: Interesante que escribas sobre este tema. No comparto los puntos que respondiste a la revista Tigris. Hay una sola palabra que minimiza drásticamente cualquiera de esas cinco ambigüedades: colaboración. Con la colaboración surgen nuevos horizontes, relaciones laborales, relaciones conceptuales, relaciones culturales.

    No obstante, estamos frente al surgimiento de nuevas formas de interacción que son muy complejas de explicar. Son pocos los autores que intentan explorar las "bases" del "hypeado" fenómeno de las redes sociales. Destaco la idea de "bases" porque se habla mucho de las posibilidades, de las amenazas, etc. pero nadie define. Estaría muy bien tomarse un tiempo y hacer un estudio profundo sobre el tema. Mientras alguien se encarga de esto -espero- , argumento mis diferencias respecto a tus opiniones con la intención de dialogar y profundizar:

    Sociabilidad light. Creería que nadie piensa que es amigo de 500 personas. Me parece una asunción apresurada, con todo respeto lo digo. Existen en las redes relaciones latentes, relaciones fuertes y relaciones débiles. Esa clasificación es subjetiva y cada individuo lo maneja como quiere/puede. Muy similar a las relaciones off line.

    Temeridad. Me recuerdan algunas clases de apocalípticos e integrados. Como entonces, buscar el punto medio puede ser muy útil, pero no deberíamos hacerlo desde afuera del ambiente digital sino desde adentro. Dicho de otro modo: no puede criticarse la vida on line desde la vida off line porque el paradigma es distinto. Pese a que los conceptos que forman al paradigma pueden tener algún tipo de correspondencia con el paradigma off line, pero no son los mismos. Tal vez sirvan como un espejo que si bien refleja nuestro rostro no copia nuestros movimientos. Y para peor, estos conceptos están aún en formación. Por ejemplo: intente alguien definir los flogers con los mismos parámetros de las teorías desarrolladas para estudiar tribus urbanas. No se puede; o se fuerzan relaciones o se inventan nuevas categorías. No es lo mismo, parece lo mismo, pero no es lo mismo.

    Por lo tanto, las amenazas también son distintas y tienen que ver con cuan abierta o cerrada es la comunidad. A quién le pertenece Facebook? A quién le pertenece Couchsurfing? Esos son riesgos reales en mundos virtuales. Tecnología abierta o cerrada?

    ¿Pérdida de intimidad? Intimidad, creo, es otro concepto nuevo en "ciberlandia". Habría que sentarse a clasificar de nuevo esfera pública, esfera íntima y esfera privada... Si tomo un apunte de clase para guiarme con este criterio fallo o no logro completarlo. No por que el criterio sea incorrecto sino porque pertenece a otro paradigma. De todos modos: Las apariencias sólo aparecen en Facebook? No vestimos distinto según la ocasión? Se habla de política o religión en cualquier mesa de UK? No pasará que ahora nos damos cuenta de ciertos códigos sociales que antes temíamos criticar? Tan arraigados estábamos que tuvimos que "verlos" en otro ámbito para "percibirlos".

    Muy honesto de tu parte cuando te referís a "corte generacional" :) Yo debería excluirme también, no es la pecera en la que nací. Mi sobrino de 13, en cambio, vive allí.

    Saludos desde Londres. Nch Roman

    ResponderBorrar
  2. Damián! Conocía tu blog, pero hace tiempo que no lo visitaba. Está bueno tenerlo de referencia en asuntos de análisis del discurso, como para no olvidar lo aprendido... o fortalecerlo!

    Seguiremos cruzandonos.

    Saludos,

    Manuel

    ResponderBorrar