jueves, 10 de abril de 2008

Mi opinión sobre la ola de violencia escolar en Crítica


Violencia escolar: ¿información real o inflación mediática?Argentina - 09/04/2008 - Crítica de la Argentina - Pág. 14-15/Sección: sociedad

Debaten especialistas en comunicación: La sucesión de agresiones entre estudiantes durante los últimos días abre un debate sobre la responsabilidad de los medios en la difusión de los casos. El peligro del efecto imitación.

Fernanda Nicolini y Tamara Smerling

Otros tres hechos de violencia entre adolescentes se sumaron ayer a los que ocuparon las tapas de los medios en las últimas semanas. Micaela, de 14 años, recibió golpes de sus compañeras por ser linda; un chico de 10 años acuchilló a otro en un partido de fútbol, y un joven agredió a un compañero a la salida de la escuela en Tucumán (ver "historias del día").

Desde que el pasado 28 de marzo un chico de 17 años apuñaló y mató con un cortaplumas a su compañero, Jonatan Otero, en un aula de Villa Gesell, los medios no paran de abordar lo que, al parecer, es un fenómeno repentino: de pronto, los jóvenes se convirtieron en un grupo social violento.A las tapas de diarios, notas y subnotas les siguen más conflictos juveniles, que a su vez alimentan notas para el día siguiente. ¿Cuál es el fenómeno? ¿Que haya violencia o que la violencia cope los titulares? ¿Que se produzca el efecto contagio? ¿Que se propague una sensación de violencia que supere los hechos reales?"

No se puede negar que hay una sociedad más violenta, pero también es cierto que existen las oleadas informativas en las que, frente a un hecho de violencia, en los medios se buscan fenómenos semejantes que en otras circunstancias pasarían inadvertidos", analiza Gabriel Curi, profesor de Teoría de la Comunicación de la UCA.

Damián Fernández Pedemonte, decano de Comunicación Social de la Austral, coincide: "A partir de algunos casos conmocionantes de un tipo de delito durante un determinado tiempo, los medios concentran su atención en ellos: ahora es la violencia juvenil.No es que de pronto los chicos enloquecieron, sino que los editores de policiales o de información general están atentos a este tipo de noticias, les ponen volantas del tipo 'violencia en la escuela', que anticipan que puede haber más notas por el estilo".

En las semanas siguientes a la muerte de Jonatan Otero, los hechos violentos entre adolescentes ganaron cobertura: los diarios, las radios y los noticiarios dieron cuenta de la chica de San Isidro a la que sus compañeras atacaron por ser linda; del adolescente de Misiones, Diego Omar Núñez, que murió por una puñalada que le dio un alumno, y de la chica de 11 años de Santa Fe a la que una compañera hirió con una trincheta. Las ideas de "efecto contagio" o "imitación" empezaron a circular y con ellas las preguntas acerca de si los medios reflejan una realidad o la amplifican.

"La audiencia de los medios es tan compleja como sus contenidos. No todos los chicos se libran a estas situaciones de violencia, sino que afectan sólo a algunos que seguramente deben procesar todas las informaciones que les llegan de los intercambios culturales, es decir, de esa misma violencia protagonizada por otros", opina el semiólogo Oscar Steimberg.

Teresa Riccitelli, coordinadora académica del Instituto de Comunicación Social de la UCA, no cree que los medios de comunicación originen los hechos, pero reconoce que muchos analistas hablan de la teoría del derrame. "Si de pronto se publica el caso de un chico que va a la escuela con un arma, es probable que se generen repeticiones -explica-.Pero, más allá de este posible efecto, lo que está comprobado es que la violencia en los medios, especialmente en la televisión, hace que las personas perciban que el entorno y la sociedad son más violentos.

Fernández Pedemonte coincide: "La mitad de la bibliotea dice una cosa y la otra mitad, otra.Pero una hipótesis abonada es la sensación que generan las noticias: de pronto, los chicos leen internet, los diarios o ven la tele y sienten que el colegio es un lugar temible. Eso genera conductas hiperdefensivas: un chico con propensión a la violencia, cree que va al colegio a matar o morir".

EL SHOW DE LA NOTICIA. El 1º de abril, un estudiante de doce años esperó a su maestra y le pegó a la salida de clase. Al instante, los móviles apuntaban a la madre del chico y a la maestra, convertidas en las protagonistas de los noticiarios. C5N no perdió el tiempo: las sometió a un careo. La madre acusaba a la maestra de haberle dicho falopero a su hijo, y la maestra intentaba defenderse. Todo en vivo y en directo y con dos mujeres conscientes de que, si hay un micórfono, hay que darle de comer.

Daniela Gutiérrez, pedagoga, fue testigo de cómo una cámara puede estimular determinada escena: "La pulsión de etnógrafa me llevó, hace un tiempo, hasta la estación de servicio donde se cruzaban y peleaban los chicos del Vieytes y del Huergo. Buscaba ver la escena de la pelea, encontrar alguna dinámica de origen, el momento en que se dispara la violencia. Vi otra cosa: chicos agrupados por colegio, sentados en la estación de servicio esperando algo. Vi un montón de camioncitos de medios esperando algo.

De golpe algo sucedió. Los movileros comenzaron a acercarse a un punto imaginario a mitad de camino de cada grupete de pibes, y todos a viva voz comenzaron a gritar: 'Vamos con el noticiero... vamoooo'. Ese grito, literalmente, los encendió. Se prendieron las cámaras y como si se tratara de un pase de magia, los chicos empezaron a pelear, a insultarse, a empujarse, y el clima se fue caldeando para la hora del noticiero. Fue una pelea oportuna y en cierta medida también real: los pibes, como muchos otros actores sociales, también se deben a su público".

El 4 de abril, otros tres casos -otro adolescente que atacó a su maestra, tres chicos tucumanos agredidos en una escuela por un compañero y una joven que amenazó a otra con un arma en Posadas- dispararon un editorial de Ricardo Roa, en Clarín.

Según un estudio de la Asociación Civil Periodismo Social, a partir del análisis de más de 30 mil noticias publicadas por diecinueve diarios nacionales y provinciales en 2006, el tema vinculado con la niñez y adolescencia más abordado en los medios fue la violencia: ocupó el 27,3% de las notas.

Gregorio Kaminsky, filósofo y profesor de la UBA y de la Universidad Nacional de Lanús, concluye: "La violencia existe. Su presencia en los medios no es una oleada, sino más bien un océano. Sería interesante preguntarse si estas noticias, que se construyen a partir de chicos maravillosos agredidos y monstruos agresores, no alimentan el morbo de una sociedad, un morbo que también es parte del negocio mediático".

Historia del día (1)
En Paraná, una chica de 14 años fue atacada a la salida de la Escuela Nº 103 por sus compañeras porque "es muy bonita y se viste bien". Hugo, el papá de la nena, denunció ayer que, el lunes último, las adolescentes "la agarraron a patadas y hasta quisieron cortarla con un bisturí" y que pertenecen a un grupo de chicas que son líderes de su barrio: Ciudad Perdida. La secretaria de la escuela, Claudia Rolón, negó el hecho: "No hubo ningún problema; los chicos ese día se retiraron en forma normal".

Historia del día (2)

Un chico de 10 años fue internado debido a las heridas que sufrió al recibir un cuchillazo por la espalda de un compañero de la misma edad con el que jugaba al fútbol en un potrero del barrio Acerías, en Santa Fe. El nene fue internado el lunes en el Hospital de Niños "Orlando Alassia", pero ya recibió el alta: ayer fue a la Escuela "Zapata Gollán", en Los Troncos, con un vendaje en la espalda. El agresor fue entregado a sus padres por los oficiales de la subcomisaría 12ª.

Historia del día (3)

Ángel, un adolescente de 16 años, tuvo que ser internado en Tucumán porque un compañero lo atacó a golpes de puño y patadas al final de un clase en la Escuela "Docencia Argentina" de Villa Mariano Moreno, Las Talitas (Tucumán), el lunes por la noche. El chico permanecía hasta ayer en observación en el Hospital Padilla. La policía informó que los alumnos discutieron en el aula por una compañera -de lo que habría sido testigo un docente- y se pelearon a la salida.

Violaciones, secuestros, accidentes
Mientras las estadísticas del Poder Judicial indican que los hechos de violencia o delictivos se dan de manera constante, los medios, en cambio, suelen reflejarlos como oleadas repentinas que vienen y se van. Al igual que con la violencia juvenil, sucede con las violaciones, con los secuestros y con los accidentes de tránsito.Damián Fernández Pedemonte, decano de Comunicación Social de la Austral, explica: "En los medios aparecen olas, pero en realidad en la sociedad la violencia es más continua. Eso genera un efecto distorsivo.En el caso de las violaciones, por ejemplo, suele haber una oleada por año, en general en verano cuando hay pocas noticias de otro tipo. Por eso lo que se ve como una suerte de efecto de imitación, surge porque un editor sabe que, en estas oleadas, ciertas noticias van a tener el espacio que no tendrían en circunstancias comunes y por eso elige darlas".

1 comentario:

  1. Mi opinión, y tengo que aclarar que me baso en mi ignorancia y las sensaciones que tengo por lo que veo, es que hay una mezcla entre la necesidad de pertenecer y de aparecer. Creo que hay una carencia importante de grupos de pertenencia. Los chicos no se reúnen en clubes, ni ocupan su tiempo en actividades que los hagan sentirse útiles, o estimables, o que tienen valor por algo. Entonces tienen que hacerse valer por el poder de su fuerza. Se destacan en el grupo por haber cortado a alguien, por golpear a la maestra, por haber logrado que alguien termine hospitalizado. Así ganan su respeto en el grupo.
    A esto se suma la megaexplosión de medios alternativos, sobre todo de internet, y lo que se conoce como la web 2.0. Los jóvenes encontraron un espacio en el que pueden ser sus propios productores, donde no necesitan la aprobación de otros para lograr el "aire". Aunque sí está claro que buscan la aprobación de otros, o al menos la atención de otros. Entonces se potencia esta cualidad de golpeadores, que hasta hace no tanto pretendía lograr el respeto de los pares, y ahora busca la fama en una escala mucho mayor.

    Un saludo Damián.

    Javier Kracht

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