El estatuto epistemológico del blog

Algunas de las nociones más importantes que se manejan en las disciplinas que giran en torno del discurso y de la comunicación están contenidas en libros que no fueron pensados como tales. Por citar sólo dos ejemplos famosos: el Curso de lingüística general es la transcripción de los apuntes de clase tomados a Ferdinand de Saussure y Cómo hacer cosas con palabras un ciclo de conferencias de John L. Austin. Desde siempre existió una forma de expresar contenidos conceptuales, alternativa al escrito científico, que a partir de los Essayes de Montaigne (1580) pasó a llamarse ensayo, género híbrido cuya sola existencia reinivindica un camino no metódico en el acceso al saber. Algunos científicos sociales cultivaron este género casi en exclusividad, pero en la última parte del siglo pasado proliferaron textos de ellos que tuvieron por objeto de estudio la puesta en escena de la subjetividad en el ámbito del saber, reflexionando sobre toda una serie de géneros discursivos personales: autobiografías, memorias, diarios. Los mismos científicos sociales eligieron para sus textos temas y formas personales y distintas de los formatos tradicionales del mundo académico: instantáneas, notas de agenda. La ligazón de el aparato conceptual con la propia biografía, las restricciones de producción y aún las referencias cercanas a las urgencias de la actualidad, incluso su estructura medular han hecho de esos textos, antecedentes librescos de los blog de científicos. Por sus condiciones de producción y recepción, creo que el formato blog puede ocupar un espacio complementario del paper o del libro -cualquiera sea el soporte material por el que estos formatos se distribuyan y consuman- que hasta la fecha siguen siendo los principales recipientes de la produccíón científica. Esas condiciones de producción-recepción: la estructura de entradas y comentarios, la expectativa de que se publiquen nuevos asientos con frecuencia, la posibilidad de adjuntar mensajes con otros códigos además del lingüístico, la capacidad de establecer vínculos dentro y fuera del blog (con otros blog, con cualquier parte de Internet) la interactividad e intercambiabilidad de roles entre el autor y los lectores, todas ellas hacen del blog un terreno propicio para conectar las producciones aisladas de un científico en un formato en el que todo se puede convocar con facilidad. Esto es especialmente útil para el orden mental del propio autor y le brinda la ocasión al lector de ampliar el contexto dentro del cual comprender cada porción de la producción del autor. Por eso creo que el blog puede ser un género científico complementario cuya principal funcionalidad sería la de conectar. El blog se mueve en un ámbito entre. Entre distintas etapas de la producción del autor, entre la producción de autor y otras fuentes son algunos de los puentes entre que la tecnología puede tender. En mi opinión, sin embargo, las principales conexiones se darían:

1. Entre el autor y los lectores: Si bien los blog de autor siguen siendo plataformas con una gran centralización en su organización y ejecución, el dispositivo facilita el diálogo entre los lectores y el autor (mail, comentarios...), con la posibilidad de que los lectores se transformen en autores (entradas, comentarios...), y de diálogo también entre los lectores (seguidillas de comentarios...) y entre los autores (vínculos...).

2. Y entre el largo plazo del conocimiento científico y el corto plazo de actualidad: La investigación en ciencias sociales tiene unos requerimientos especiales de predictibilidad y funcionalidad, pero no siempre el conocimiento está cuando lo necesitamos -como en Argentina lo demostró la pobre intervención de los científicos sociales antes y durante la crisis de 2001- ni las categorías resultan lo suficientemente dúctiles como para tratar con la inestabilidad política y cultural de nuestras sociedades.

El blog, entonces, como la intervención del científico en una mesa redonda, no es tanto el lugar de exposición de una producción original como el momento de adaptación de esa producción a las demandas de una realidad y de unos lectores concretos.

Estas últimas dos relaciones, con lectores-potenciales autores y con las interpelaciones de la actualidad, facilitan el continuo ejercicio de confrontación entre las categorías creados o adoptadas por el autor y su compromiso existencial, razón por la cual, creo, el blog, como esas otras intervenciones de los científicos mencionadas al principio, adquiere un tono tan personal.