Cuándo debería un investigador empezar a publicar su blog?

Después de algunos años, un investigador puede haber avanzado en su recorrido personal, gracias al aporte de una tradición de investigación, compartida en gran medida por toda una comunidad interpretativa, pero en otra medida insondable, exclusiva de él. Cuando la propia reflexión y los resultados de la propia investigación empírica comienzan a separarse de la producción científica previa, empiezan a ensanchar aunque sea un poco los conocimientos del campo en el que se trabaja, puede ser que haya llegado la hora de hacer más público el propio camino intelectual, de guiar por él a otros que avanzan por otro camino, o por el mismo desde más atrás, para que lo conozcan y vean si su trazado les puede ser de utilidad. Esto es un deber con los alumnos y asesorados de distintos niveles, y una buena práctica en relación con los colegas y otros profesionales.
Aspiro a que este blog me de la oportunidad de facilitar material didáctico e información útil a mis alumnos de posgrado y de grado y a otros estudiantes universitarios de carreras de comunicación, de divulgar más entre profesores e investigadores y entre distintos profesionales de comunicación, algunos resultados de mi propia producción científica desarrollada desde la carrera de investigador del CONICET, de ampliar la repercusión de algunas esporádicas intervenciones mediáticas cuando intuya que su contenido pueda ser de utilidad para los lectores. Al mismo tiempo me gustaría difundir textos sobre los mismos ámbitos de interés, provenientes de otras fuentes seleccionadas y contextualizadas por mi.
Es mi intención relacionar los contenidos de mi propia tarea de docencia y de investigación con la agenda de actualidad de los medios. En ese sentido abrigo la esperanza de que el blog me sirva de comunicación más fluida con amigos, colegas y alumnos, a partir del telón de fondo temático que nos sumistrarán los discursos públicos. Por eso animo a todos los lectores a producir comentarios y redactar contribuciones con el sólo recaudo de pensar en el servicio que esos textos puedan reportarle a los lectores y de esforzarse por comprender el punto de vista de la opinión del otro que pudo haber detonado la propia intervención.