domingo, 17 de mayo de 2009

Todos los libros, el libro


El lunes 11 terminó la Feria del Libro. El martes de la semana anterior, el 5, se presentó en la sala Domingo F. Sarmiento un nuevo lanzamiento de títulos de la colección Inclusiones, que dirijo para la editorial La Crujía. 

En mis breves palabras de introducción recalqué que la colección se ha convertido en estos ocho años de existencia en la más importante, de las especializadas en comunicación en el país. Por su permanencia, por su distribución, por la calidad y pluralidad -temática y teórica- de los autores, etc. 

Luego cada uno de los autores se esforzó por sintetizar en siete minutos el propósito central y los principales hallazgos de su libro. Los libros de Inclusiones que se presentaron, en el orden en que lo hicimos, fueron:

El volver de la imágenes. Mirar, guardar, perder de Oscar Steimberg, Oscar Traversa y Marita Soto (editores).
La caja de Pandora. La representación del mundo en los medios de Alejandro Raiter y Julia Zullo (compiladores).
El fin de los medios masivos. El comienzo de una debate de Mario Carlon y Carlos Scolari (editores).
La pantalla ubicua. Televisores, computadoras y pantallas (2 edición ampliada) de Diego Levis.
Periodismo social. Una nueva disciplina (2 edición ampliada) de Alicia Cytrynblum.
Burbujas de ocio. Nuevas formas de consumo cultural de Roberto Igarza, que dio inicio a una nueva serie "Futuribles" que se suma a las otras dos series ya existentes: "Categorías" y "Herramientas". "Futuribles" presentará ensayos prospectivos sobre medios y cultura, de expertos informados sobre las últimas tendencias. 

No voy a resumir los libros, obviamente. Sólo voy a anotar que una vez concluida esa vuelta de autopresentaciones los autores debatieron durante la hora restante sobre el futuro del libro. El que prendió la mecha fue un señor del auditorio que preguntó por el futuro del libro académico ante la proliferación de fotocopias fragmentarias, que los alumnos leen sin poder fechar ni atribuir correctamente a su autor. Ahí se comenzaron a suceder constataciones y opiniones: la comparación con la industria discográfica en la que la unidad de consumo a pasado de ser el album a ser el tema, la pertinente distinción entre el libro como medio y el libro como soporte, la apropación que efectúan algunos docentes astutos del consumo de las tecnologías de los alumnos a través del suministro de bibliografía en CD o en sitios y blogs de cátedra, etc.

Hasta la editora, Silvia Quel, terció, prometiendo más libros en Internet para descargar. 

La presentación de libros es un género en decadencia. Pero esta me gustó, la gente se quedó hasta que nos avisaron que la Feria se cerraba. Aunque tres de los libros se refieren íntegramente a las nuevas tecnologías y sus autores son expertos en televisión, Internet y nuevos medios, fue otra vez el libro, el más perdurable de los medios, el que sacó a los académicos de su (hiper)especialización y los reunió con el público, más allá de las soporíferas expectativas del evento. 

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