La semana que pasó

Gracias a que Martín Grosz me hizo conocer Netvibes, se me ha facilitado mucho la rutina de visitas a blogs y sitio esta semana. Así, vía El blog de Pablo Mancini me llega esta nota sobre el tamaño de la web a enero de 2008.

Por afuera de la red, compré el último número de Punto de Vista, el 89, de diciembre de 2007. Contiene un artículo excelente de Lila Caimari, la autora de Apenas un delincuente, sobre la historia de la percepción social del delito. También me gustaron las notas de David Oubiña reivindicando a Bergman, y la de la propia Beatriz Sarlo sobre los efectos de sentido de la relectura (en su caso de Saer).

Acabé El Danubio de Claudio Magris. Es un extraño libro que une ensayo edudito y relato de viaje desde la fuente a la desembocadura y a través de la historia del Danubio. Ahí, Magris cita a Céline, quien escribió: "Si balbuceo y digo tonterías, me parezco en el fondo a muchos guías". No fue el caso de la guía que nos tocó en suerte en el MNBA, a Héctor José Miguens, mi amigo ex-becario de las instituciones alemanas von Humbolt y Max Plank, y a mi, en las exposiciones de pinturas concretas de Tomás Maldonado y, en forma interconectada, de la Escuela de Diseño de Ulm (Alemania), en la que trabajó desde su apertura (1953) hasta su cierre (1968) el artísta y semiólogo argentino, hoy residente en Milán. Magris le dedica varias páginas a Ulm y a la huida de allí del escritor nazi, Céline.

En esta primera institución universitaria de enseñanza de diseño industrial se reunieron teóricos de la comunicación, arquitectos, diseñadores para crear lo que se conoció como el Modelo de Ulm , que inauguró la idea contemporánea de diseño, en la que la funcionalidad y la comunicación se amalgamaron para siempre. Esta era una idea del diseño -nos aseguró la guía- puesto al servicio del pueblo y no del mercado como luego se popularizó. El museo, además, exhibe sus nuevas adquisiciones.

Espero postear antes del próximo domingo , Blog mediante.