domingo, 22 de abril de 2007

Agregar algo sobre el caso de Virginia

En un blog se suelen volver a publicar artículos ya publicados y también ensayar argumentos de artículos en vías de ser publicados. Este segundo es el caso de esta entrada. Referida a los crímenes de Virginia Tech. Un artículo periodístico podría plantearse esta pregunta: ¿Porqué este tipo de incidentes dramáticos nos conmueven más que los hechos bélicos o los atentados terroristas en medio oriente? Se trata de un tipo de episodio que da lugar a un caso periodístico conmocionante. Esos casos nos resultan a la vez cercanos y misteriosos. Cercanos porque el mundo en donde suceden es conocido para nosotros: a través de la peliculas, de nuestros viajes o de las continuas comparaciones de nuestra universidad con la de USA, los "campus" del Norte nos resultan familiares. La información sobre un joven asesino serial produce un eco en otros episodios (Columbine), otras coberturas mediáticas y otros films, que las notas sobre el caso actual se ocupan de recordar. Al mismo tiempo el caso periodístico nos introduce, como un mito, en el misterio. ¿Qué hay en la sociedad estadounidense que genera eventos de esta naturaleza con una trágica periodicidad? ¿No es un peligro que acecha en el corazón mismo de la cultura juvenil occidental? Estos casos periodísticos, finalmente, tienen la capacidad de generar el debate público: sobre la tenencia de armas, sobre la integración cultural y sobre el sentido que le asignamos a la vida de los jóvenes en nuestras sociedadas. Pero no me gustaría publicar nada que no agregase a lo mucho ya dicho. Mario Diament, en su columna de La Nación del sábado nos adentra en la realidad de los idealizados campus estadounidenses. En un espacio del suplemento "Enfoques", Enrique Valiente Noailles, en cambio, no alcanza a superar el lugar común.

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